
Permite elegir horarios más adecuados sin que interfieran en las actividades como el trabajo o los estudios.

La terapia online, al llevarse a cabo desde el propio hogar, facilita que los pacientes mantengan el anonimato.

Realizar la terapia desde el propio hogar hace que la situación sea menos amenazante.

Facilita que los pacientes puedan seguir teniendo contacto con su psicólogo en cualquier lugar.

Favorece la sensación de control y familiaridad sobre la relación terapéutica, consiguiendo una mayor adherencia.